Nuestros médicos altamente calificados y experimentados se especializan en realizar trasplantes de riñón e hígado y cirugía pancreática hepatobiliar.

• Enfermedad hepatobiliar — La enfermedad hepatobiliar afecta el hígado, los conductos biliares o la vesícula biliar y puede ser causada por infecciones virales, bacterianas y parasitarias, neoplasias, sustancias químicas tóxicas, consumo de alcohol, mala alimentación, trastornos metabólicos e insuficiencia cardíaca. Las dos enfermedades predominantes del hígado son la hepatitis viral y la cirrosis, y la enfermedad crónica predominante del sistema biliar es la colelitiasis.
• Enfermedad e insuficiencia hepática — Cuando un hígado se daña lentamente con el tiempo, la afección se conoce como enfermedad hepática crónica. Cuando ocurre rápidamente, a menudo en cuestión de semanas, se conoce como insuficiencia hepática aguda. A menudo, los síntomas no son evidentes hasta que se ha causado un daño significativo. En la actualidad, no existe una forma conocida de compensar médicamente la pérdida de un hígado.
• Enfermedad renal y renal en etapa terminal — La enfermedad renal en etapa terminal se produce como resultado de una insuficiencia renal o cuando los riñones no pueden filtrar eficazmente los desechos de la sangre y no pueden regular la presión arterial ni estimular la producción. de glóbulos rojos. Esto resulta en una acumulación de desechos tóxicos en el cuerpo.

• Cirugía de trasplante de riñón — Un trasplante de riñón se vuelve necesario cuando la función renal disminuye y un paciente desarrolla una enfermedad renal en etapa terminal. Durante la cirugía de trasplante, que generalmente toma entre dos y cuatro horas, los riñones originales no se extraen del cuerpo y el riñón del donante se coloca quirúrgicamente en el área frontal de la pelvis. Los pacientes pueden esperar un período de recuperación hospitalaria de tres a siete días.
• Cirugía pancreática hepatobiliar — Este complejo procedimiento quirúrgico trata enfermedades benignas y malignas del hígado, páncreas, vesícula biliar y conductos biliares.
• Cirugía de trasplante de hígado — El trasplante de hígado reemplaza un hígado gravemente enfermo o dañado irreversiblemente por uno sano. La mayoría de las veces, el hígado nuevo vendrá de un donante fallecido. Los trasplantes de hígado están reservados para los enfermos críticos porque la demanda de hígados disponibles supera con creces la oferta. Los pacientes pueden pasar muchos meses esperando un hígado. A nivel nacional, se realizan alrededor de 6,000 trasplantes de hígado cada año.

Los pacientes pueden recibir un trasplante de riñón de un donante vivo o fallecido. Un donante compatible se prueba y analiza cuidadosamente a través de pruebas del tipo de sangre y el tipo de tejido. También se realiza una prueba de compatibilidad cruzada para garantizar que el riñón del donante no contenga ningún anticuerpo al que el receptor reaccionaría negativamente después de que se complete la cirugía de trasplante.